Por: Pedro Martínez Bello
Desde que estaba como diputado local y coordinador parlamentario de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) en el Congreso estatal, Óscar Cano Mondragón “El Toby”, los bisnes han marcado su paso por la vida pública estatal, sobre todo como secretario municipal en el Ayuntamiento de Cuernavaca, al parecer con la venía del presidente José Luis Urióstegui Salgado.
Las quejas contra El Toby cada vez son mayores por parte del comercio establecido, principalmente propietarios de bares y restaurantes, quienes son acosados por la Coordinación Municipal de Protección Civil al hacer “revisiones” en los establecimientos, principalmente aquellos en los cuales el propietario se reúsa a dar su moche económico al servidor público de la Comuna.
Es un asunto que ya no es solo un rumor, Óscar Cano cuenta con el apoyo no solo del alcalde, sino también del diputado Daniel Martínez Terrazas.
Luego entonces, el exdiputado local panista vive bajo la impunidad, rompe con los principios éticos que presume el PAN sobre sus servidores públicos que deben ser ejemplo de honestidad.
La situación que vive el comercio establecido bajo el acoso de la oficina de Protección Civil es parecida a la que viven los automovilistas que transitan por Cuernavaca, al ser detenidos injustamente y sin ningún sustento legal por los agentes de vialidad al exigir “apoyos” de cuando menos 500 pesos o pagar una multa sobre los mil 300 pesos, como si sus jefes les pidieran una cuota diaria.
Además del corralón, en donde el concesionario cobra más de tres mil pesos por arrastre de grúa aún y cuando este servicio no se dé. Los corralones son el negocio perfecto para los concesionarios porque cobran lo que quieren, hacen lo que quieren y nadie los mete en cintura.
La corrupción en el Ayuntamiento de Cuernavaca y la extorsión institucionalizada que impulsa El Toby está a todo lo que da, con un cansancio de una ciudad que podría reventar los próximos días.
Para muchos ya es inevitable la salida de Óscar Cano Mondragón del ayuntamiento de Cuernavaca, el que entró como regidor del PAN y terminó exprimiendo a un comercio que sufre la extorsión que le impone los grupos criminales y la delincuencia institucionalizada a cargo del Toby, además de que siguen sin recuperarse económicamente después de la pandemia, que obligó a cerrar por varios meses los locales.
La realidad es que El Toby rebasó los límites de la corrupción institucionalizada, es de los que vive bajo el manto protector de la impunidad, que le da el alcalde y el diputado Daniel Terrazas en perjuicio de todos los habitantes de Cuernavaca.