Por: Dr. Adrián Román Hernández
En México, el magisterio ha sido históricamente un factor de lucha nos guste o no, particularmente la CNTE y no la SNTE propiamente. Ahora, los bloqueos y manifestaciones efectuadas en la Ciudad de México recientemente, lograron retirar la iniciativa de la reforma a la Ley del ISSSTE presentada, lo que sin lugar a dudas no tiene precedente reciente, ya que ni siquiera la suspensión del poder judicial y las diversas acciones que tomaron pudieron detener la reforma a la Constitución ni las leyes secundarias.
De forma adicional no solamente lograron frenar dicha iniciativa, sino además lograron retirar los efectos pensionarios en Ley del ISSSTE de 2007, lo cual no es poca cosa y en mi opinión marca una nueva “forma” de frenar iniciativas y reformas en este país mediante esos medios de lucha, ¿es buena o mala?, usted tiene la mejor decisión.
¿Cuáles fueron sus razones?, le explico, desde la implementación de la Ley del ISSSTE en 2007 particularmente los trabajadores de la educación han enfrentado una serie de desafíos que han puesto en riesgo su estabilidad económica y su calidad de vida en el retiro, es decir, la dignidad de sus pensiones que obtienen al final de su vida laboral.
Esta ley, impulsada durante el gobierno de Felipe Calderón, modificó el sistema de pensiones de los trabajadores al servicio del Estado afiliados a dicho instituto, introduciendo un esquema de cuentas individuales y eliminando el régimen solidario que garantizaba pensiones dignas partiendo de una premisa, no iba a alcanzar el dinero del ISSSTE para financiarlas bajo ese esquema, muy similar al de la nueva Ley del IMSS del 97.
El magisterio ha señalado múltiples razones para exigir la revocación de dicha ley. En primer lugar, la reforma de 2007 estableció que las pensiones se calcularían únicamente con base en el sueldo básico, excluyendo otros ingresos percibidos por los trabajadores durante su vida laboral, que cabe decir son lo que más incrementa su salario. Es decir, si dicho salario es bajo la pensión también lo es. Esto ha resultado en pensiones significativamente menores, insuficientes para cubrir las necesidades básicas de los jubilados, sobre todo los de la educación.
Además, posteriormente la suprema corte determinó que el pago de las pensiones se realizaría en Unidades de Medida y Actualización (UMAS) y nunca salario mínimo, pese a que la ley respectiva lo señala. Siendo por ello una medida regresiva que ha reducido aún más el poder adquisitivo de los pensionados. Otro aspecto, es el aumento en la edad de jubilación y las aportaciones obligatorias, lo que ha generado una carga económica adicional para los trabajadores activos.
Por tanto, aquellos que ingresaron al magisterio después de 2007 no tuvieron opción de elegir entre el régimen solidario y el nuevo esquema de cuentas individuales, lo que ha profundizado las desigualdades entre generaciones de trabajadores.
Finalmente, la implementación de UMAS como unidad de pago ha sido ampliamente criticada por su impacto regresivo, ya que desvincula las pensiones del salario mínimo y limita su crecimiento en términos reales. Aspecto que con el incremento al salario mínimo en términos superiores al UMA, pone en evidencia la desigualdad de dichas pensiones.
De acuerdo a estadísticas actuales sobre las pensiones del magisterio en México reflejan una situación compleja y en evolución. El sistema de pensiones de los docentes está dividido en tres esquemas principales: la ley abrogada de 1983, el décimo transitorio y las cuentas individuales. Actualmente, el 55% de los pensionados están bajo la ley de 1983, el 42.5% en el décimo transitorio y solo el 1.7% en cuentas individuales.
Estas proporciones están cambiando con el tiempo, y se espera que las cuentas individuales representen un porcentaje mayor en el futuro. De la misma manera, el número de docentes pensionados en educación básica ha aumentado significativamente, lo que genera una mayor presión sobre las finanzas públicas.
En 2015, se proyectó que este número aumentaría un 579% para 2025, la gran pregunta es ¿si la marcha atrás al sistema de cuentas individuales va a resolver el problema?.
Aún no se determina de qué manera se va a financiar este nuevo sistema, lo seguro es que presionará más aún las finanzas públicas. CARPE DIEM.